En muchas ocasiones tenemos residuos metálicos que son molestos para nuestro ecosistema natural, por lo que es recomendable deshacerse de ellos en un centro autorizado para eso. Desguace Reydeman es un punto autorizado de recogida de residuos y ofrece a sus clientes unas instalaciones preparadas para poder desprenderse de todos esos productos metálicos y no metálicos considerados chatarra y que pueden suponer un ataque al medio ambiente si no son tratados adecuadamente.

La sociedad actual necesita que se gestione de manera controlada y sostenible todos los residuos, para que entre otras cosas puedan servir para una segunda vida sin necesidad de la creación de esos mismos, por ejemplo un coche de tamaño medio necesita, aproximadamente 800 kg de acero y 130kg de metales no ferrosos, si todos los vehículos que se crean nuevos utilizasen materiales no reciclados no se podrían crear más debido al agotamiento de las reservas conocidas de hierro.

El reciclaje de estos metales, así como de la chatarra, que más tarde se puede convertir en un vehículo nuevo, contribuye a no empeorar la situación de contaminación del planeta. Según un estudio de Recicla.com al reciclar chatarra «se reduce la contaminación del agua, aire y los desechos de la minería en un 70%». Este mismo estudio asegura que al obtener aluminio reciclado se reduce un 95% la contaminación y se contribuye a la menor utilización de energía eléctrica.

El reciclaje de metales en comparación con otro tipo de productos, como por ejemplo el papel, es que su reciclaje es ilimitado, puedes reciclar una lata de refresco o la tapicería de un coche tantas veces como sea necesario sin alterar sus propiedades. Aunque una de las desventajas, con respecto al papel por ejemplo, es que su reciclaje no se puede llevar a cabo en casa. Para ello existen centros especializados y homologados que recogen estos residuos para después llevarlos a un centro de descompresión total del metal. En estos centros el producto es sometido a altas temperaturas y se moldea a la nueva forma deseada.

El estudio anteriormente citado asegura que de los 784 millones de toneladas anuales producidas de acero en el mundo, el 43% de ese reciclaje proviene de chatarra. Eso equivale, más o menos, al peso de 150 torres Eiffel o a 1,2 millones de coches cada día. La mayor parte de los metales que existen pueden fundirse y volver a procesarse creando nuevos metales. Algunos como el aluminio, el plomo, el hierro, acero, cobre, plata y oro son de fácil reciclaje cuando no están mezclados con otras sustancias porque pueden ser fundidos y cambiar de forma o adoptar la que tenían en un principio.